Ley de Memoria Democrática

El gobierno presentó el 15 de septiembre de 2020 el anteproyecto de ley de Memoria Democrática, y nacía con muy pocos avances sustanciales respecto a la anterior, encontrándose con una crítica frontal de las entidades de Memoria de todo el Estado. El ausente principal: la justicia, aunque con muchas más expectativas incumplidas.

Tras largos meses de debates con entidades sobre los aspectos que deberían mejorarse en la Ley, se dió traslado del Proyecto de Ley que propone el gobierno. A pesar de haber entrado los proyectos en la Comisión correspondiente y haberse presentado por parte de los grupos las correspondientes enmiendas, el Gobierno ha decidido paralizar su tramitación.

Esto supone la paralización de muchas acciones que están pendientes por parte del movimiento memorialista y de Derechos Humanos, y que deberán revertirse tras la actuación perniciosa en algunos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas contra la memoria y la dignidad de las personas que sufrieron la represión franquista.